Tras mi artículo sobre el arroz y el arsénico, quise ir un poco más allá. Además de contactar con la “Subdirección General de Calidad Diferenciada y Agricultura Ecológica. Dirección General de la Industria Alimentaria. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente”. También envié correos a empresas de productos biológicos y he hablado personalmente con dos productores de vinos y cavas ecológicos y biodinámicos.
En estos dos últimos casos, uno me explicó que las tierras de cultivo eran alquiladas y por tanto, no sabían que habían cultivado anteriormente, y el otro me contestó que cultivaban en tierras que habían pertenecido a la familia de toda la vida, y que por tanto, siempre habían tenido mucho cuidado con los cultivos, los fungicidas y los abonos.
Las respuestas han sido siempre las mismas, no controlan los metales pesados porqué no están obligados, ni existe ninguna reglamentación al respecto. He contactado tanto con empresas catalanas como españolas, por si existía alguna reglamentación diferente.
Tengo que decir que muchas empresas de productos ecológicos no me han contestado, las dos últimas en hacerlo me contestaron lo siguiente:
Respuesta de una empresa fuera de Cataluña:
“El Reglamento de Agricultura ecológica (834 y 889) no habla nada de metales pesados, únicamente los limita en los residuos domésticos compostados usados como abono.
Al no haber ninguna restricción al respecto, salvo la que tienen que cumplir todos los productos por normativa general (tanto eco como convencionales), nosotros no hacemos ningún control al respecto. En las muestras que tomamos tampoco miramos metales pesados”.
Respuesta de una empresa catalana:
“Como empresa le podemos garantizar que los productos que distribuimos tienen unos controles analíticos donde se controlan los metales pesados, pero su pregunta debe ser contestada por el organismo que controla y certifica el producto biológico. Le paso los datos para que contacte con el Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica en Cataluña, ellos le darán la información que por normativa europea ha de cumplir el cultivo de los productos biológicos con respecto a los metales pesados”.
Como todos podéis imaginar he contactado con el Consell Regulador, y no me han dado ningún tipo de respuesta, supongo que es debido a que ni ellos mismos se han planteado el problema de los metales pesados en la tierra ni su regulación en la alimentación ecológica.
Así que excepto la última empresa que sí que me ha confirmado que controlan los metales pesados, entendiendo que existen pero que los limitan, el resto no lo hace. Por tanto, cuando compramos un producto ecológico, ¿estamos pagando más caro los metales pesados que ingerimos? ¿Nadie se ha planteado nunca este tipo de control? ¿Nadie lo ha reclamado?.
En cuanto al comentario de mi artículo que hizo un compañero sobre los chemstrails, invito a todos a leer el siguiente artículo: ¿Miedo al cielo?
Conclusión: No sabremos nunca lo que estamos comiendo ni lo que estamos pagando por lo que comemos.