COMO AFRONTAR EMOCIONALMENTE UN ROBO

Habitualmente publico un artículo semanal, pero estoy pasando actualmente por un proceso emocional inesperado y quisiera compartirlo.

Ayer entraron en mi piso a robar y lo dejaron todo patas arriba, un horror. Así que voy a explicar des de mi experiencia como me sentí y como lo estoy afrontando.

Cuando te ocurre un suceso como este, yo lo comparo a las etapas de un duelo:

  1. Negación: al abrir la puerta la cadenita estaba puesta, y aún sabiendo que mi marido no estaba, pensé que quizás fuera él, así que toqué el timbre y al hacerlo vi los cajones abiertos del recibidor. Entonces entendí que alguien había entrado a robar. Todo y lo evidente que estaban robando en mi piso, bajé corriendo las escaleras telefoneando a mi marido con la esperanza que fuera él, el que estuviera dentro. Es decir “esto no me puede estar pasando, no a mí”.
  2. Ira: Mi marido contestó y  efectivamente estaba en una comida. Así que tuve la confirmación de que habíamos sido víctimas de un robo domiciliario. Así que, pasé por la fase de la ira. “¿Porqué a mi? ¡No es justo! ¿Cómo me puede estar pasando esto a mí?. Llegaron los mossos, y mi ira fue contra ellos y contra la indefensión de los ciudadanos ante todas estas bandas que entran impunemente en nuestros hogares, y la impotencia de no poder hacer nada porque al día siguiente de pillarlos ya están en la calle.
  3. Negociación. Entonces empieza la etapa de la esperanza, quizás no me hayan robado aquello o lo otro, quizás no lo han visto, quizás no les ha dado tiempo. “Por favor, que no me hayan robado aquella joya que tiene un gran valor sentimental”.
  4. Depresión. Al final te das cuenta que se han llevado todo, incluso aquello que ya ni te acordabas que tenías, y vas haciendo memoria de lo que habían en las cajas vacías. Y así te encuentras con un gran vacío interior. En mi caso, sólo tenía un par de joyas, porque no soy de esas mujeres que les encanta coleccionarlas, pero una de ellas era el collar que me regaló mi padre para mi boda. Le costó un gran esfuerzo económico comprármelo, fue su último regalo antes que se muriera 5 meses después. Y te preguntas ¿Por qué esta sociedad es así?. ¿Por qué las leyes no nos protegen más?. ¿Por qué no podemos vivir en paz y tranquilos ni siquiera en nuestra propia casa?.
  5. Aceptación.  Hemos de aceptar que nos ha pasado, “Lo que ha pasado es real, no puedo luchar contra esta realidad, así que he de continuar”. En esta etapa, empiezas a enfrentarte a la situación, pones la denuncia, hablas con la aseguradora “cruzando los dedos que tengas las cosas cubiertas, que no haya ninguna cláusula de aquellas de letra pequeña que se te pasó leer”. Limpias y desinfectas el piso, recoges todo el desastre ocasionado, y empieza el “consuelo de los tontos”. Bueno sólo es algo material, suerte que no estaba yo en casa, hay casos que los pillan en casa y les dan una paliza para robarles 30€.

Estas cinco etapas en mi caso han durado dos días, ayer “día del robo” y hoy “día de la policía científica y el resto”.

Afortunadamente como terapeuta de medicina complementaria que soy, he ido pasando por todas las etapas identificándolas y sabiendo cuál sería la siguiente, mediante respiraciones y relajaciones profundas. También la mayoría de nosotros trabajamos nuestra fuerza interior y psíquica, así que no he necesitado de complementación adicional.

Para superar una situación de este tipo, lo más importante es saber e identificar  las fases, cuando conoces lo que te pasa es más fácil de superar. En caso de necesitar alguna complementación, lo más recomendable en este caso, serían las flores de Bach y en función del estado en que se encuentre la persona homeopatía.

Susagna Muns
Naturópata – Homeópata

Deja un comentario

*