Cuando padecemos una enfermedad, es porque existe una alteración en la autorregulación de nuestro sistema fisiológico.
Esta medicina se encarga de favorecer esta autorregulación. Legalmente, se clasifica como medicamento homeopático. Se utilizan sustancias medicinales en micro- o nano-dosis, por tanto no tienen efectos secundarios y se pueden administrar conjuntamente con la medicina convencional.
Cuando nuestro cuerpo es agredido por un patógeno, nuestro sistema defensivo reacciona ante él con diversas respuestas, ya sea inmunológica, enzimática, hormonal, etc. Estos sistemas de regulación están controlados por una acción de feedback positivos y negativos. Cuando este sistema es bloqueado por algún motivo, la regulación no se lleva a cabo y es cuando pueden aparecer enfermedades crónicas.
La medicina convencional actúa sobre las enfermedades como meros parches utilizando diferentes fármacos como antibióticos, antiinflamatorios, antidepresivos, antihistamínicos, etc. La medicina biorreguladora no sólo tiene en cuenta los síntomas sino también las homotoxinas implicadas en la aparición de la enfermedad, basándose en la estimulación del propio sistema defensivo orgánico para que pueda vencer las causas auténticas de la enfermedad, es decir, no es una terapia de supresión sino de regulación.
Su mecanismo de acción se basa en tres pilares:
- Detoxificación y drenaje. Depuraremos la matriz extracelular y por tanto el medio celular. Es muy importante que nuestras células se encuentren en un medio limpio de toxinas.
- Inmunomodulación. En esta parte intervendremos en las reacciones de defensa del organismo. Este tipo de medicina utiliza diluciones altas para frenar, diluciones bajas para estimular o la mezcla de ambas en función del objetivo que se quiera alcanzar.
- Apoyo celular y orgánico. En este apartado lo que queremos es recuperar o mantener una función celular normal, para ello intervendremos a nivel del ciclo de Krebs y de la cadena respiratoria mitocondrial.
Si mejoramos la función celular obtendremos unas mejores funciones orgánicas, y si añadimos un apoyo orgánico podremos además mejorar el funcionamiento del órgano.
¿Qué podemos tratar con la medicina biorreguladora?
Cualquier tipo de enfermedad desde lo más habitual como una alergia hasta un cáncer, pasando por enfermedades autoinmunes o tratamientos de fertilidad.
¿Por qué utilizo este tipo de tratamiento en mi consulta?
Porque no tiene efectos secundarios y se puede utilizar conjuntamente con la medicina convencional dando resultados muy óptimos.
Porque existen estudios tanto in vivo como in vitro, así como observacionales que avalan este tipo tratamiento.
Finalmente por el resultado que veo en mis pacientes.
Susagna Muns
Naturópata – Homeópata