Alimento funcional, nutracéutico y superalimentos, no son lo mismo.
Hace poco vi un programa en la televisión que criticaban los superalimentos diciendo que era un engaño para el consumidor.
Pude comprobar que existe una confusión con ciertos términos sobre la alimentación y es por eso que quisiera dejar claros, en la medida de lo posible, ciertos conceptos.
Alimento funcional versus nutracéutico y superalimentos
Son aquellos que además de sus propiedades nutritivas básicas, tienen un efecto beneficioso adicional sobre nuestra salud. Pueden ser alimentos naturales o alimentos que han sido manipulados, ya sea para añadirles un componente como para quitarles alguno de sus componentes nocivos para la salud.
Se elaboran para cumplir una función específica, mejorar la salud, reducir el riesgo de contraer enfermedades. Para ello se les agrega componentes biológicamente activos como minerales, vitaminas, ácidos grasos, fibra alimenticia o antioxidantes, etc.…
Este tipo de alimentos han de formar parte de una dieta equilibrada pero no puede substituir la misma.
El procesado de un alimento funcional
Para que un alimento se considere funcional, ha de haber pasado por alguna operación en su procesado como:
- La eliminación en los lácteos de la lactosa, de proteínas alergénicas de ciertos alimentos, es decir la eliminación de algún componente alimenticio que en algunas personas les puede causar malestar o incluso una enfermedad.
- Pueden crearse alimentos fortificados, que consiste en añadir un componente activo para que tenga las dosis diarias requeridas según los organismos reguladores, lo que puede hacer que disminuya el riesgo de alguna enfermedad. Por ejemplo añadir Ca, Vit D en dosis CDR.
- La adición de algún componente que no esté presente en la mayoría de los alimentos.
- Disminución de grasas.
- Incrementar la biodisponibilidad o estabilidad de un componente conocido, con la finalidad de producir un efecto funcional o reducir la aparición de enfermedades.
Algunos ejemplos de alimentos funcionales serían:
- Huevos enriquecidos con ácidos grasos esenciales omega 3 que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Leche y yogures fermentados con cultivos probióticos que facilitan la digestión.
- Cereales con ácido fólico, que pueden ayudar a reducir enfermedades en el feto. Las mujeres embarazadas han de incrementar el consumo de ácido fólico.
- Margarinas con fitoesteroles que reducen el colesterol y disminuyen el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
Aunque en el caso de la margarina, ésta pasa por un proceso de hidrogenación nada saludable.
Nutracéutico versus alimento funcional y superalimentos
El término nutracéutico se lo debemos al Dr. Stephen DeFelice, que lo acuñó desde “nutrición” y “farmacéutico”. DeFelice definió nutracéutico como “un alimento o parte de un alimento que proporciona beneficios médicos para la salud, incluyendo la prevención y/o tratamiento de enfermedades”.
Un nutracéutico sería el medicamento de origen natural. En este caso estaríamos hablando de:
- EPA, DHA que puede ser de origen animal (procedente de las grasas de los pescados azules) o vegetal como las algas.
- Alquilgliceroles y escualenos procedente del aceite de hígado de tiburón.
- Antioxidantes vegetales como carotenoides (betacarotenos, alfacarotenos, gammacarotenos) carotenoides no provitamínicos (licopeno), xantofilas (luteína y zeaxantina), clorofila, flavonoides y fenoles (antocianinas, catequinas, teaflavina, proantocianidinas, quinoides y santonas), betalaínas.
- Los presentes en plantas utilizadas como condimentos como los alisulfuros, gingerol, capsaicina, glicirricina y triterpenoides.
- Los presentes en las crucíferas como los sulforafanos, indoles, monoterpenos.
- Presentes en la soja como las isoflavonas de soja.
- Las fibras solubles e insolubles naturales como las de la avena o los lignanos en las semillas de lino.
- Limonoides que se pueden encontrar en la cáscara de naranja y limones y que pueden prevenir la expresión oncogénica y controlar el crecimiento celular. Las Cumarinas, en zanahorias y cítricos que tiene efecto antitumoral.
- Bacterias probióticas y prebióticos.
Superalimentos versus alimento funcional y nutracéutico
El conocimiento de los superalimentos se lo debemos al Dr. Steven Pratt. No existe oficialmente una definición de la palabra “superalimento”, pero si la buscamos, existe algún diccionario que los define como:
“alimento rico en nutrientes que se considera especialmente benéfico para la salud y el bienestar”.
En nuestro país han surgido varias casas comerciales que están vendiendo sus productos como superalimentos. No se trata de alimentos vivos, como pueden ser por ejemplo los arándanos rojos frescos ricos en proantocianidinas (antioxidantes), sino que cogen el fruto, siempre ecológico, con grandes controles de calidad y los transforman para su mejor conservación en polvo.
Así podemos encontrar algas en polvo como la spirulina, chlorella, klamath y otros productos que si no fuera por esta transformación sería imposible adquirirlos como: camu-camu, cupuaçu, levadura nutricional, raíz de suma salvaje, triphala, baobab, chaga, etc…
Todos tienen unas grandes propiedades y muchos de ellos con evidencia científica, sin embargo, como cualquier alimento que posee principios activos y de tan alta calidad como en el caso de los superalimentos, hemos de tener conocimiento de sus efectos secundarios y lo más importante, si interactúan con la farmacología.
Así por ejemplo la Ashwaganda que por sus propiedades se utiliza como tónico general, para la diabetes, fatiga, dolor, stress, insomnio, ansiedad… no se puede dar con tirazolam y, además, puede aumentar la TSH.
El Triphala que se utiliza mucho en ayurveda para problemas digestivos, interactúa con el CYP3A4 y CYP2D6.
La Rhodiola que es más conocida como un gran adaptógeno interfiere con los antihipertensivos, con la P-Glicoproteína, antidepresivos, inhibe la MAO e interactúa con el CYP34A.
Por tanto, no todo lo natural es inocuo. Es muy importante alimentarnos bien, los más ecológico o biológico posible, comer una vez al día mínimo hortalizas crudas, hacer ejercicio, eliminar comida basura, azúcares y, si incluimos los alimentos nutracéuticos vivos y cogemos el hábito de tomar superalimentos con cautela, seguramente tendremos un sistema inmunológico más fuerte que nos ayudará vivir de una manera saludable y luchar mejor contra patógenos.