Una buena nutrición en oncología es crucial ya que influye positivamente tanto en el pronóstico como en la calidad de vida, sin embargo no podemos olvidar que la prevención es fundamental.
Nutrición y prevención en oncología
Prevención
Se ha demostrado que una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y baja en carnes rojas y procesadas reduce el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer como el colorrectal.
Los alimentos ricos en antioxidantes y fitoquímicos, como el té verde, los frutos rojos, las crucíferas (brócoli, coles de Bruselas), pueden ayudar a proteger las células del daño que podría conducir al cáncer.
Durante el tratamiento
Estado nutricional y tratamiento:
Mantener un buen estado nutricional durante el tratamiento oncológico es esencial para tolerar mejor los tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia, y para reducir el riesgo de infecciones y otras complicaciones.
Muchos tratamientos oncológicos pueden causar efectos secundarios que afectan al estado nutricional, como náuseas, vómitos, pérdida de apetito, mucositis y diarrea. Una nutrición adecuada puede ayudar a manejar estos efectos secundarios.
La pérdida de masa muscular y de peso es común en ciertos tipos de cáncer. Las intervenciones nutricionales específicas, incluyendo suplementos y dietas con proteínas de calidad, pueden ayudar a mitigar este problema.
Es importante diseñar una dieta individualizada que se adapte a las necesidades y tolerancias específicas del paciente.
En algunos casos, pueden ser necesarios suplementos naturales y totalmente compatibles con los tratamientos onocológicos para mitigar los efectos secundarios.
Después del tratamiento
Una dieta balanceada después del tratamiento puede ayudar en la recuperación, mejorar la calidad de vida y reducir el riesgo de recurrencia del cáncer.
Enfocarse en la rehabilitación nutricional puede ayudar a recuperar la fuerza, la energía y la función inmune.
Es fundamental realizar una evaluación nutricional completa para identificar cualquier deficiencia o problema que deba ser abordado.
Conclusión
La nutrición oncológica no solo mejora el estado nutricional del paciente, sino que también influye positivamente en el pronóstico, la tolerancia al tratamiento y la calidad de vida en general.